domingo, 21 de agosto de 2016

Una nueva historia que lleva por nombre: Libertad!





¡Libertad!

Soy hija de David, áquel que con cinco piedras pudo vencer a Goliat.
La única arma que he podido heredar, ha sido una pluma con tinta negra
y un pergamino transparente como el cristal.
Nací en tiempos de Homero y en poemas mi vida quiero contar,
con símbolos y garabatos escribiré una historia real.
¡Claro!
Tuve la particularidad, de tener como maestros a
Platón, Sócrates y Aristóteles, hombres difíciles de olvidar.
¡Aunque debo confesar!
Anduve con fugitivos, como Robin Hood y sus amigos,
luchando para rescatar a su pueblo de la vanidad.
¡Ah, esto no lo puedo olvidar!
Fui aliada del Rey Arturo, hombre de armas tomar,
encontró la fuerza de sí mismo para cambiar el curso de la historia
y encontrar la paz.
¡Vaya que recuerdos aquellos, muy difícil de olvidar!
Por eso… hoy invito a hombres y mujeres a personificar
el héroe favorito del pasado, para vencer a los villanos
y tener el privilegio de narrar una nueva historia, 
donde el protagonista lleve por nombre:
 ¡Libertad!

Susana Muñoz

susanamc1974@gmail.com

viernes, 19 de agosto de 2016

No dejes que Venezuela muera!

No dejes que Venezuela muera!

He aquí todos los patriotas,
que en su corazón
llevan tallado
la palabra Libertad,
para luchar contra aquellos
que con demasía y despotismo,
sólo actúan por vanidad,
ignorando las necesidades
de un pueblo que pregona
libertad,
amor y
prosperidad.
No dejes que el desasosiego, 
la opresión y la crueldad
cercenen tu vuelo
y mutilen tu Libertad.
No dejes que Venezuela muera!
Vivamos con dignidad!

Susana Muñoz
susanamc1974@gmail.com




jueves, 18 de agosto de 2016

Mi búsqueda


Búsqueda

¡Oh Dios, donde estás!
Te busco y no te ecuentro.
Dicen que soy tu obra, en realidad no lo siento.
Dicen que estás a mi lado y mis ojos no pueden verte.
Mi rostro se refleja en el agua y alrededor sólo hay arena y piedra
Camino a orillas del mar y sólo percibo mis huellas.
Intento volar hasta el cielo y conocer  tu  morada,
pero de tanto luchar y luchar he perdido mis alas.
¡Tú¡ alma perdida
Dices que me buscas y aún no me encuentras,
Abre tu corazón, que en lo más recóndito de ti,
hallarás mi templo.
Allí estoy día a día escuchando tus lamentos,
y aunque vueles muy alto no hallarás mi aposento,
el cielo tan solo es, una parte del universo.
Oh¡ perdóname Señor,
Incrédula soy, incrédula me siento,
Por este profundo vacío
que me ha convertido,
en víctima del sufrimiento.


 Susana Muñoz