¡Mi Pueblo!
Viví en un pueblo muy tranquilo donde
se podía hasta bailar,
uno que otro berrinchito pero al
formarse el zaperoco,
ahí mismito venía el juez de paz.
Ahora pa´ que le cuento, si de un
buen día pa´ acá, vaya que despelote
el que hay en mi ciudad natal.
Yo ni sé cómo decirle que esto está
bueno ya, basta de tanta injusticia
y de tanta inequidad.
Disculpe
si mi lenguaje suele ser muy coloquial,
pero
es que soy guatireña de aquellos tiempos de atrás,
donde
aquel que estudiaba en alpargata podía andar,
pero
aún así tenía prioridad pa´ trabajar, era respetado y valorado en la sociedad.
¿Ahora?
Escucho a los jóvenes susurrar:
“pa´
que tú vas a estudiar, si fulanito es ingeniero y como barrendero está”
Estoy
mosca cuando camino, porque las calles de mi pueblo están congestioná,
mire
que usted no puede ni siquiera parpadear, pues si lo tropiezan
en
lugar de una disculpa le dan una bofetá.
¡Y
ni hablar!
Si
opina en contra de la autoridad, ahí mismito va preso y sin derecho a patalear.
Pero
lo que más me entristece es que un pueblo consumido por la ambición y la maldad,
pa´ volver a aquellos tiempos donde se respiraba paz,
más
que un nuevo cacique que quiera gobernar,
se
necesita con urgencia, un cambio de mentalidad.
¡Pueblo
Guatireño, vamos todos a luchar!
Por
un cambio de conciencia y una nueva sociedad
Susana Muñoz
susanamc1974@gmail.com